Seis meses en un niño/a no son lo mismo que 6 meses en un adulto. Mientras que los cambios pueden ser imperceptibles para los segundos, los primeros están dentro de un proceso de desarrollo y perfeccionamiento de sus funciones cognitivas. Tras un tratamiento de estimulación, es necesario monitorizar la evolución para ver si hemos logrado los objetivos, si el resto de las funciones siguen su desarrollo y si se necesita realizar algún otro tipo de intervención

         Igual que en casos anteriores, ese seguimiento se realiza conjuntamente con el resto de profesionales implicados en el caso (logopedas, orientadores, profesores...), con una valoración tras un periodo determinado de tiempo para establecer los cambios producidos en el perfil cognitivo y las diferentes estrategias a seguir tras confirmarlos.