La estimulación cognitiva es el conjunto de técnicas y estrategias empleadas para trabajar con la función cognitiva. Se trata de entrenar aquellas funciones que se han detectado como deficitarias o con dificultades como ayuda para alcanzar su nivel esperado, o en algunos casos, de enseñar como controlar el propio uso de esta función (autoinstrucciones). El objetivo es lograr que estas mejoras se extiendan a los entornos cotidianos del niño/a (escuela, casa, ambientes novedosos...).

 

      Las sesiones de estimulación suelen durar unos 45 minutos y son diferentes en cuanto a frecuencia semanal y contenido. Si es importante que las lleve a cabo alguien especializado en la función cognitiva, con conocimiento sobre su desarrollo y relaciones, ya que una estimulación incorrecta puede entorpecer en desarrollo de funciones que están formandose o no llegar a obtener los resultados esperados.

 

    Como Neuropsicólogo Clínico Infantil especializado, adecúo y creo los materiales de estimulación en cada caso concreto para provocar el mayor efecto posible derivado de mis intervenciones.